MI SONY eREADER

Antes de comenzar a dar mi visión sobre el asunto que proponemos en este debate, aviso que, a pesar de que todas las opiniones son personales, la mía será, si cabe, más todavía. Voy a basarme en mi propia experiencia en los libros tradicionales y en los digitales. Fue en el mes de octubre del año pasado cuando adquirí mi lector de libros digitales: un Sony Prs t1 (el vídeo que incorporo a esta entrada trata sobre él). Lo compré justo cuando lo sacaron y, la verdad, que creo que es una de las mejores compras que he hecho en toda mi vida. Tengo (y leo) en él a los autores clásicos (gratis y sin cometer ningún tipo de ilegalidad) y las publicaciones recientes. No pesa nada, mucho menos que cualquier libro y en él, sin necesidad de tarjetas de memoria adicionales, puedo portar más de 2000 libros, con ilustraciones y paratextos incluidos. Además, gracias a su conexión wifi, puedo acceder, por ejemplo, a la Biblioteca Virtual  Cervantes Virtual. Tiene la capacidad de hacer anotaciones, subrayar, destacar las palabras u oraciones más relevantes a nuestro juicio. Esto es importante porque nos permite proyectar, mediante su conexión Usb,  a la clase nuestras anotaciones y subrayados. Todo esto no lo permite el libro tradicional.

Sobre el precio del lector de libro digital, como ya he expuesto en un comentario que hacía sobre una entrada de mi compañera, todo lo electrónico (tv, pc, memorias usb, etc) tiende a bajar el precio, a medida de que salen otros modelos más novedosos. Esto no es nada nuevo: en informática lo actual se paga y bien.

Para finalizar, destaco lo que decía F. Zayas en la conferencia del pasado lunes, se debe explorar y conocer todas las posibilidades que el hipertexto nos permite en el ebook, que es la verdadera novedad respecto al libro tradicional.