Hemos creado una enigmática controversia con este debate, porque si leéis todas nuestras entradas o los comentarios de los compañeros nadie es capaz de decantarse totalmente por un lado de la balanza, ¿por qué será? Supongo o quiero suponer que porque somos inteligentes y sabemos que ni siquiera en este tema las cosas no son ni blancas ni negras, no hay buenos ni malos, en el término medio está la virtud como decía Aristóteles.
Cuando pienso en el libro electrónico no me satisface tanto como coger un libro de los de siempre, tal vez porque como ya hemos comentado guarde cierta magia en sí. Hace unos meses pedí prestado a mi hermana unos cuantos libros, uno de ellos de Allende, cuando comencé a leerlo, encontré una carta metida en él, la curiosidad me pudo y la leí. Descubrí una carta de una amiga de ella, la cual es como mi tía, felicitándole los 30 años, y contándole todo lo que iba a vivir, ya que ésta era mayor que ella. Me emocioné muchísimo porque justamente yo había cumplido 30 años, y las reflexiones que hacía las vivía como propias. Al poco llevé ese libro y esa carta a mi hermana, y si a mí me alegró descubrirla no os imagináis a ella, volvió a leerla, atenta, se les escaparon unas risitas y delante de mí, llamó a su amiga, conversación que ya no oí. Nuestros libros a veces encierran recuerdos, fotos, cartas, dedicatorias o escritos en el margen que producen que nuestra imaginación vuele y se oxigene. Todo lo que nos produzca dejar de soñar debería estar desterrado de nuestro dia a día.
Pero sí he de reconocer que cuando viajo siempre llevo 2 libros conmigo, porque a veces no te apetece seguir leyendo el que tienes a medias, por tu estado de ánimo, por circunstancias diversas, e ir cargada con 2 manuales es pesado. Muchas veces en el tren me he planteado cuántos textos podría tener en mis manos con una tableta, y la libertad de elección que eso me produciría. Teniendo en cuenta tambien que esto contribuye a una mejora en nuestro sistema, ¿cuántos árboles habremos talado a lo largo de los tiempos?
Está claro que no podemos quedarnos atrás y que el libro electrónico debe tener cabida en nuestras vidas, pero ¿cuándo? ¿cómo? Mi experiencia profesional respecto a esto viene de mi trabajo en una editorial, hará ya 2 años, el e-book nació fuertemente y durante un breve tiempo tuvimos que trabajar duro para ir convirtiendo poco a poco todos los libros ya publicados en e-book, y todos los que iban naciendo también. Realizamos papeleo administrativo (ISBN, Depósito legal, formato...), y sobre todo la empresa gastó mucho dinero en programas de encriptación, más personal... gastos que en ese momento no fueron para nada compensados por las compras de nuestros clientes. Descubrimos que tanto los libros de lectura como los de textos seguían comprándose en papel, sólo unos pocos pedían la versión electrónica. Flaco favor le hicimos a la empresa.
Aunque hoy en día los profesores cambian continuamente de editoriales, hubo un tiempo en el que nosotros heredábamos los libros de texto de nuestros hermanos e incluso hasta primos, y de eso no hace tanto porque yo lo he vivido. Esto ayudaba a la economía familiar, pero ¿creéis que lo hará el libro electrónico?
Tienes razón Gracia, yo no me decanto por ninguno abiertamente, pero sí que me niego a que desaparezca el libro tradicional, es verdad que no hay que ser catastrofista, como bien ha comentado Ana en otra entrada, pero es que no hace tanto las cosas no eran para nada como son ahora! por qué debo pensar que no va a pasar? en ese sentido, creo que sí prefiero uno.
ResponderEliminarJaja, acabo de escribir un comentario a alguien, no recuerdo quién, sobre esto exactamente. Creo que llegará un día en que desaparezca el libro en papel, pero sabes qué? yo no quiero verlo. Es una sensación extraña pero yo no quiero vivir eso, me produce tristeza y sentimientos de que todo cambia, incluso lo bueno...
ResponderEliminar¿Cuántas veces veíamos subrayados los libros de nuestros primos en el cole y nos alegrábamos? o ¿descubríamos un corazoncito pintado de nuestra hermana en el margen?
Siempre, y más ahora en nuestra sociedad tecnológica, corren intereses económicos para cautivar/engañar al consumidor. Con el libro electrónico pasa lo mismo, se hacen campañas publicitarias clamando todo tipo de usos y virtudes de este revolucionario aparatito que nadie debe dejar de tener si aspira a ser moderno. Pero, ¿realmente es necesario? Los canales de marketing nos machacarán con que sí es necesario para tu vida, pero tenemos tantas cosas ya que son "necesarias" pero que no necesitamos para nada, que puede que el libro digital pueda ir por el mismo camino. Si el libro tradicional ha permanecido junto a nosotros tantos siglos, supongo que será por algo.
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo con Jorge. Abajo el libro electrónico! jajajaja. Ahora en serio, qué bonita la historia que has contado, Gracia, a mí estos días me están pasando cosas parecidas porque, por el máster, he tenido que reabrir libros de literatura que llevaba tiempo sin abrir y me estoy encontrando de todo: partes de faltas de segundo de BUP (porque yo hice el BUP...), pequeñas cartas y hasta flores secas!!!!!!!! aunque no recuerde muy bien de dónde salieron, me ha encantado reencontrarme con esa vida pasada! Yo sigo pensando q, para las aulas, como material docente, no me parece mal el uso de los libros digitales y sobre todo por una cuestión de peso para los chavales porque habláis de los árboles talados pero habría que recordar que existe el reciclaje y que ningún árbol desaparece con él, pero para la lectura como tal, la lectura del placer -y, Sara, yo en mi casa tengo pocos libros porque yo también soy una asidua de la biblioteca, lugar que, por cierto, últimamente ya no es lo q era con tanto dvd para alquilar y tanto cd, qué queréis que os diga...- para ése sólo tengo una opción: el libro tradicional. Y para todo lo demás, ya sabéis: la Mastercard.
ResponderEliminarLos tiempos cambian y como todos los cambios provocan opiniones para todos los gustos, este debate es un claro ejemplo. Yo me confieso una tradicional, lectora de libros de papel. Puede ser que el libro electrónico haya venido para quedarse y que al final tengamos que convivir con él. Probablemente acabe sucumbiendo a su fórmula y me compre un ebook, porque sinceramente comparto todas las ventajas que de ellos sacan mis compañeras y compañeros, pero para disfrutar de la lectura, nada como notar en el tacto en mis dedos al paso de las hojas, en mi sofá favorito.
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