Práctica I

miércoles, 25 de abril de 2012

LIBRO DIGITAL VS LIBRO EN PAPEL

¿ EL LIBRO DE TEXTO EN PAPEL COMO ÚNICO RECURSO PARA LA ENSEÑANZA DE LENGUA Y LITERATURA?

 Para el título de nuestro debate hemos escogido esta pregunta que nos hizo Felipe Zayas durante su conferencia el otro día, y es que nos va a servir para debatir el tema que nos atañe, no sólo como docentes de esta asignatura, sino como lectores de la calle. El contenido de nuestro debate es LIBRO DIGITAL VS LIBRO DE PAPEL.

 En cuanto a esta pregunta creo que todos y cada uno de nosotros está de acuerdo en que el libro de texto no puede ser el único recurso que empleemos en nuestras clases con nuestros futuros alumnos, porque nosotros formamos parte de esta comunidad informática, aunque no en el mismo nivel que ellos. Es obvio la utilidad del recurso digital en las aulas, y en muchos casos es más barato para nuestros alumnos, y mucho menos pesado, ya que pueden vaciarse la mochila de esos libros que nos acompañan en nuestro trayecto de casa al centro y del centro al cole durante toda nuestra escolarización.
Por lo tanto desde mi punto de vista, es necesario que exista una colaboración entre ambos "formatos" para favorecer un mayor fomento de la lectura no sólo entre nuestros chicos/as, sino también enfocado hacia toda la sociedad.

 Pero dejando de lado el ámbito escolar, he de expresar mi opinión con respecto a este tema como gran aficionada a la lectura que soy desde que era muy pequeña. Adoro coger un libro entre mis manos, pasar las páginas, oler su aroma, sobre todo si son antiguos, con las hojas desgastadas, amarillas..., incluso leer las anotaciones que otros han hecho en sus márgenes cuando tomo un libro prestado. Recuerdo las noches en vela que pasaba leyendo libros con una linterna bajo la sábana para que mi madre no me descubriera, todavía hoy lo sigo haciendo, aunque ya no me escondo. Considero que este tipo de lectura es más profunda, más cómoda que estar delante de la pantalla de un ordenador dándole al teclado para ir pasando las páginas. En mi caso, aguanto mucho menos frente a la pantalla y por ello no suelo leer textos de gran extensión, porque en seguida me canso, a no ser que sea algo que no pueda conseguir de otra manera, pero en estas ocasiones no lo disfruto igual.
A pesar de todo ello, estoy de acuerdo en que el formato digital aporta muchas posibilidades que nos abren un nuevo mundo como por ejemplo que podemos acceder a un mayor contenido, podemos escoger distintos formatos según las circunstancias, y también podemos almacenar muchos más libros o textos en el ordenador, además de que puede resultar mucho más barato descargarse un libro en la red que comprarlo en una librería, porque hay que reconocer que no es muy barato llenar una estantería con ellos, a pesar de encontrarnos con las ediciones de bolsillo.
 Así que mi conclusión es, como ya he dicho antes, que el formato digital no debería suplantar al papel, sino que deberían combinarse para ofrecer un gran abanico de posibilidades, porque reconozco que soy una gran seguidora del libro en papel, y no creo que desaparezcan a pesar de que el digital se esté convirtiendo en una amenaza.


13 comentarios:

  1. Pues sí, Bea, estoy de acuerdo contigo (¿puedo comentar, verdad? es que todavía no sé cómo va esto de los debates... muriendo y aprendiendo, que diría mi abuela) Yo lo que creo que nos pasa es que, en realidad, en esta especialidad del máster somos muchos los enamorados de la lectura y nuestra lectura, por una cuestión generacional, la hicimos, la hacemos y la seguiremos haciendo con el libro de toda la vida: ése de los olores y los apuntes de quienes lo olieron antes y que yo también leía con una linterna debajo de la sábana porque mi madre me obligaba a apagar la luz pero yo no podía esperar al día siguiente para saber qué les pasaba a los cinco de Enid Blyton. Y cuando hay ese tipo de emociones por el medio es muy difícil cambiar tus opiniones y, sobre todo, ponerte al día de unos recursos tecnológicos que, por otra parte, entiendo que casi estamos obligados a utilizar en clase porque para los alumnos de hoy en día son un medio natural de comunicación.

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  2. Estoy muy de acuerdo contigo, Isabel, o mejor dicho, lo estaba hasta hace poco. Yo también era de las "conservadoras" en este tema, hasta que descubrí que puedo llevar un aparatito que pesa muy poco en el bolso en el que me caben no sé cuántos libros a la vez y que puedo recurrir a él en cualquier momento. Además, me permite ampliar o reducir la letra a mi antojo, poner las señales que quiera, comentarios... es casi como el convencional, eso sí, no tiene el mismo encanto, nadie es perfecto!

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  3. Yo veo un problema en el libro digital dentro del aula y es que no todos los alumnos tienen recursos suficientes como para comprarse un lector de libros digitales. No cuento con la posibilidad de financiación pública ni de becas, porque quiero ser realista y dudo que en muchos años vuelva a haber facilidades para que los chavales estudien, aprendan o hagan algo útil. Esa responsabilidad ahora es solamente nuestra y no creo que ningún político nos vaya a ayudar (soy terriblemente pesimista, lo siento).

    Lo que sí veo interesante es el abandono del libro de texto, pero sustituyéndolo por materiales propios. No se puede hacer de un día para otro, pero eliminar la influencia de las editoriales y que el libro de texto sea un trabajo colaborativo entre todos los miembros del departamento que esté a disposición de los alumnos en una copistería me parece la mejor opción. La enseñanza es personalizada y estaría verdaderamente coordinada horizontal y verticalmente.

    En cuanto al uso del libro digital como lectora de la calle, yo soy una firme defensora. Primero, que también siendo realistas el libro en papel terminará desapareciendo igual que hicieron los códices medievales: el cambio de formato no supone la eliminación del libro. Tampoco va a suceder pasado mañana, pero es mejor que nos acostumbremos igual que nos acostumbramos a escribir solo sin tilde o fue en lugar de fué. Nosotros en el aula sí podemos fomentar el uso, que además tiene ventajas por sí mismo: no sabéis lo que es leer un libro de 1000 páginas en un soporte tan manejable como es Kindle. O leer en inglés sin necesidad de llevar el diccionario a cuestas...

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  4. Me ha parecido muy interesante el comentario de Sara, donde habla de la supresión de los libros de texto por los materiales personalizados, creo que sí debería ser así, pero Sara tú que has hablado de realidad en algún momento sabes que por desgracia, eso también es casi imposible, muy pocos son los profesores, departamentos que se sientan y priorizan cómo dar clase y qué dar.

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  5. Efectivamente, la sustitución del libro tradicional por los formatos digitales de libro (ebup, pdf, mobi, prc) es una realidad. En cualquier caso, yo sí que creo que, dentro de poco, se abaratarán los costes del ebook y los habrá por 50 - 40 € y entonces sí que será accesible para todos. Fijaos que ya no tendrán que pagar nada por los clásicos, ya que no tienen derechos de autor.

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  6. Estoy de acuerdo con Sara en que los libros deberían ser realizados colaborativamente, y que no están al alcance de todos. Pero no creo que los libros de texto vayan a desaparecer, tal vez es que no quiera verlo, pero me cuesta mucho imaginarme eso.

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  7. Yo insisto: si no tenemos porqué negarnos a las ventajas que nos pueden ofrecer todos los medios, y sigo creyendo que en este camino hacia la digitalización de los canales de educación no hay vuelta atrás, pero creo que no hay que dejar de lado, para nada, el libro tradicional. A mí, personalmente, como libro de texto me da igual un recurso que otro y entiendo que, cuanto más ajustado y personalizado a las necesidades de cada alumno, mejor resultado dará, pero, como libro de lectura, para mí no hay color. Y ya digo que es algo emocional y, por lo tanto, irracional. A mí el otro día me pasó una cosa parecida a lo de Patri: cogí un viejo libro y me encontré un montón de papeles de años ha entre sus hojas y la verdad es que me emocioné muchísimo al recordar cuando los puse ahí. No sé: el libro digital será muy barato y muy ligero pero, ¿qué queréis que os diga?, a mí lo de tener todos los libros del mundo en uno digital me suena más a un fastfood cultural: barato, rápido y perjudicial para la salud si se llega al extremo.

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    1. Me encanta la comparación que has utilizado sobre el libro digital y la comida rápida¡¡ Estoy totalmente de acuerdo, somos soñadoras y nostálgicas¡¡¡

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  8. He pecado de idealista intentando ser realista, ya me he dado cuenta. Aunque podemos tener fe en nosotros mismos: si somos los profesores del futuro, a lo mejor está en nuestras manos poder cambiar el sistema.

    Lo que comenta Isa es totalmente cierto. Es el efecto eMule de la música aplicado a la literatura, y es algo muy personal. Cuando me dí cuenta de que me había pasado con la música (tenía 200 discos descargados, no era capaz de escuchar uno en profundidad, la música dejó de llenarme...), me saltaron todas las alarmas e hice una limpieza masiva de mi disco duro para escuchar música con más calma. Ahora que tengo a mi disposición el libro electrónico, adquiero libros paulatinamente. 4-5 cada vez, los que realmente estoy leyendo, ni uno más.

    (Sí, siempre llevo varias lecturas a la vez).

    Hay que llevar mucho cuidado, si no, al final nos lo acabamos cargando todo: el arte y las relaciones sociales. También me recuerda mucho a lo que pasa con Facebook o el whatsapp, que al final tienes 200 coleguillas por las redes sociales y nadie a quien mirar a los ojos y con quien sentir complicidad.

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    1. Estoy casi totalmente de acuerdo. Me pasó algo parecido con la música. A veces me pasa que quiero abarcar tantas cosas, que me quedo en la superficie de todo... Esto último que has dicho de las relaciones sociales tiene mucho que ver con un comentario que acabo de hacer respondiendo al post de Patri. Mirad el vídeo que he puesto (en enlace). Y así es como yo me autopromociono, xD.

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  9. Sara, luego dirás que no hay quien te emocione pero tu remate final con lo de las redes sociales me ha llegado, la verdad. Ahora, como leí el otro día en un reportaje sobre la gente que vive sola (Lulu, c'est moi), está cada uno en su casa e Internet en la de todos. Que básicamente está considerado Dios para muchas cosas.

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  10. No me gusta nada la propuesta de Sara sobre hacer los libros de texto entre los profesores del departamento. En nuestra experiencia en los institutos creo que todos hemos vivido una cosa que se llama: libertad de cátedra. Es muy complicado que los profesores se pongan de acuerdo para muchos asuntos pues no quiero ni imaginar para buscar un acuerdo acerca de la información y los conocimientos que queremos que se den. Creo que cada profesor debe seguir sus intereses, sus principios y determinar de dónde sacarlos. Además de que a veces se nos olvida que aunque las editoriales estén enfermas de comercialización y ambición como cualquier empresa, se trata de gente preparada que trabaja para proporcionarnos materiales. ¡Por Dios!no olvidemos que también es una salida profesional de lo nuestro.

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