domingo, 29 de abril de 2012
El Futuro del Libro Tradicional, ¿amenazado?
Desde el principio de los tiempos, el ser humano ha sentido siempre la necesidad de escribir y expresar sus pensamientos e ideas a través de múltiples formas, siendo la más antigua la forma escrita. Dejar constancia de lo que uno piensa o crear historias a través del uso del papel ha sido el recurso más usado y productivo en la historia, costumbre que nos viene desde siglos atrás, iniciándola los egipcios y que a día de hoy es uno de los medios más representativos en cuanto a la transmisión de información. Aunque, en la actual sociedad, el uso del papel como soporte físico para transmitir información tiene un gran competidor que pretende desbancarle de esta privilegiada posición. Las nuevas tecnologías nos han traído nuevas formas de entender nuestro entorno y relacionarnos con él. Se puede decir que la sociedad tecnológica en la que vivimos ha hecho cambiar nuestra visión de las cosas desde nuevas perspectivas del pensamiento. Ahora interactuamos con el conocimiento universal de una forma más rápida y diferente a la que estábamos acostumbrados con el soporte de papel. La era digital nos ofrece muchas ventajas a la hora de acceder a la información, nos ha facilitado enormemente el acceso al conocimiento en cualquier momento y en cualquier lugar, se puede decir que todo el conocimiento universal lo llevamos continuamente encima con nosotros allá donde vamos. El sistema tradicional de transmitir conocimientos hasta el momento ha sido a través de la lectura de libros en formato papel. El lector puede también llevar ese libro allí donde quiera, pero la gran desventaja en relación al libro digital es que el lector únicamente podrá llevar un libro con él/ella, mientras que en la memoria del libro digital se podrían llevar hasta 1000 libros, imaginaos el peso que nos quitamos de encima. Realmente el libro impreso está seriamente amenazado con la irrupción en nuestras vidas del libro electrónico. La principal diferencia entre el libro en formato papel y el libro electrónico es la capacidad de uno y otro para almacenar datos, por lo que el libro tradicional queda en clara desventaja ya que no puede competir con eso. Otra ventaja del libro electrónico frente al de papel es que si el soporte digital tiene acceso a internet se puede realizar una lectura mucho más completa y enriquecedora ya que con la conexión wi-fi se podrá acceder a través de la pantalla a múltiples enlaces de hipertexto en donde el lector podrá consultar al instante infinidad de información relacionada con la lectura. Cosas que el libro tradicional nunca podrá ofrecer al lector. Pensando también en la ecología y el respeto por el medio ambiente, el libro tradicional en papel tiene todo en contra porque una de las industrias más contaminantes es la industria papelera, ya sea por el proceso de elaboración del papel, o por las consecuencias de la deforestación para la obtención de la materia prima para hacer el papel. En este caso, el libro electrónico tiene una gran ventaja a la hora de imponerse como recurso principal de lectura.
El destino próximo del libro tradicional parece, en mi opinión, que se verá relegado a ámbitos en donde los lectores más nostálgicos quieran recordar tiempos pasados usando libros tradicionales, y de este modo sentir el tacto del papel entre las yemas de sus dedos para pasar página. En verdad creo que el libro tradicional tendrá que pasar página.
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Soy una de esas lectoras nostálgicas de las que hablas. Pero estoy totalmente de acuerdo contigo, has resumido las ventajas del formato digital y llevas toda la razón.
ResponderEliminarQue final más triste has dado JOrge para todas aquellas que nos aferramos al papel, pero que acertado y adecuado...creo que no se me va a olvidar eso de que debe pasar página...
ResponderEliminarQue acertado lo de que el libro de papel tendrá que pasar página Jorge, eso me ha calado hondo
ResponderEliminarPues yo, aunque el debate ya haya terminado, tengo que decir que no estoy de acuerdo con Jorge en, al menos, dos de las cosas que dices: la primera, que yo no creo que el libro digital nos permita una lectura "más completa y enriquecedora" porque es cierto que te permite consultar información e ir saltando de textos a textos pero eso, y ya hay estudios que lo advierten, está haciendo que seamos unos expertos leyendo titulares y ninguno sea capaz de leer y comprender una noticia. Y yo lo noto, eh? que sigo siendo capaz de leerme textos largos porque estoy educada en esa cultura pero cada vez me cuesta más hacerlo sin hacer paradas. Y en el último tweet que he puesto, se habla, incluso, de que las consecuencias en el cerebro para los inmigrantes digitales no son tantas como para los nativos porque la configuración del cerebro hasta los siete años es la que, según el artículo, permanece siempre como base, así que los peques de ahora y del futuro quizá tengan unas conexiones neuronales diferentes a las nuestras. Y la segunda cosa en la que no estoy de acuerdo es que el libro tradicional vaya a desaparecer. Mira, se dijo eso de la prensa cuando apareció la radio (barro para casa porque es lo que me conozco) y no sucedió: simplemente la primera se especializó en la reflexión y el análisis y la segunda, en la inmediatez porque era su punto fuerte. Y, cuando apareció la tele, se dijo que la radio desaparecería y eso no es que no haya sucedido sino que hay muchísima oferta en el dial donde escoger. Y es cierto que Internet está haciendo mucha pupa a la prensa, especialmente a la escrita, pero también que, al menos en mi caso, no me concentro igual al leer la misma noticia en la web que en el periódico. Quizá eso cambie con los años pero con gente romanticona como nosotros -y yo pienso inculcarle a mis hijos el placer por la lectura de toda la vida y les apagaré la luz para que enchufen una linterna debajo de la sábana y luego lo recuerden en un blog como éste- el libro tradicional pasará página. Pero para que podamos seguir disfrutando con la historia que hay en la siguiente.
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